(Paleo-)Herpetología: Callinectes sapidus - El cangrejo azul o jaiba azul, la nueva especie invasora

Venido de las costas atlánticas americanas, desde el Golfo de Maine hasta Argentina. Este es el origen del cangrejo o jaiba azul, Callinectes sapidus, una nueva especie invasora que en pocos años ha "invadido" muchas de nuestras playas, albuferas y marjales. Introducido por primera vez en Europa a inicios del siglo XX, concretamente en el estuario del río Charente, en plena costa occidental gala, ha vivido también una gran expansión en el Mediterráneo, donde ha proliferado especialmente en la zona del Mar Egeo. En la Península Ibérica comenzó su gran expansión hace pocos años: a partir de 2013 es cuando comenzó una rápida carrera desde el Delta del Ebro, siguiendo la costa valenciana hasta llegar al litoral de la Albufera de València en el año 2014. Desde entonces ha seguido avanzando, tanto hacia el interior, colonizando la propia laguna de la Albufera y la desembocadura del río Júcar, como hacia el sur, en la zona del marjal de Pego-Oliva.

Adulto de cangrejo o jaiba azul, Callinectes sapidus (Albufera de València, C. Valenciana).

¿Qué impacto puede suponer esta nueva especie invasora en nuestros ecosistemas? De momento aún es pronto para saberlo con certeza, pero Callinectes sapidus es un cangrejo que puede llegar a tener un tamaño considerable y una fuerza muy pareja a su tamaño, no cuenta aparentemente con ningún depredador potencial cuando son adultos y es un omnívoro totalmente oportunista, que come tanto materia vegetal como animal, tanto viva como muerta. Este gran acorazado viviente de llamativas pinzas azules tiene todo el potencial para convertirse en un nuevo problema para nuestras especies autóctonas, ya afectadas por la llegada previa de otros invasores, como el cangrejo rojo americano, Procambarus clarkii. Pero hay una gran diferencia con éste y es su gran valor gastronómico. Esta especie es muy apreciada en los Estados Unidos de América, donde es considerada una delicia culinaria. En Grecia y Turquía, donde lleva años establecido en sus costas, también ha sido incorporado a los platos con mariscos y es pescado por los marineros locales. Esta puede ser una solución que nos permita, como mínimo, controlar el crecimiento exponencial que parece estar viviendo el cangrejo azul, y ya está siendo comprado a buen precio el kilogramo de Callinectes sapidus capturado en la Albufera de València por la Comunidad de Pescadores de El Palmar. De hecho, las imágenes que acompañan esta entrada son precisamente de allí, de una de las acequias que conectan El Palmar con la propia Albufera. Pero, al mismo tiempo, esta aparente solución también puede suponer un nuevo peligro, al crear intereses enfrentados entre los que, como especie alóctona e invasora, pretendan eliminarla del medio natural y otros que la vean como una nueva fuente de ingresos económicos.