Ríos sucios y tortugas exóticas

Adulto de tortuga de orejas rojas, Trachemys scripta elegans, soleando sobre una "extravagante" plataforma flotante en el río Magro (Ribera Alta, C. Valenciana).


El destrozo en nuestros ríos es constante, la sensibilización medioambiental es cada vez mayor en nuestra sociedad, según dicen, pero el agua sigue bajando hacia el mar igual de sucia, igual de maloliente. La espuma jabonosa, el contraluz aceitoso y los plásticos flotantes que recordaba de mi infancia en el río Magro aún se perpetúan a pesar del paso de los años.

¿Qué tipo de vida animal puede prosperar en esas condiciones? La gambusia (Gambusia holbrooki) y el cangrejo rojo americano (Procambarus clarkii). Y también la tortuga de orejas rojas (Trachemys scripta elegans). Todas ellas especies invasoras, ajenas a nuestros ecosistemas, donde ahuyentan las autóctonas que ya tienen dificultades para sobrevivir en ambientes cada vez más contaminados y antropizados.

Si bien las intervenciones de los últimos años han mejorado estéticamente el aspecto de la ribera fluvial del Magro a su paso por el Marquesat (Llombai, Catadau y Alfarb), éstas no han servido para solucionar el grave problema que significa la presencia de estas especies exóticas. Aunque es cierto que la lucha contra ellas no depende únicamente de actuaciones en lugares puntuales y a nivel local, no es menos cierto que sin este tipo de intervenciones no se les puede hacer frente.

La cuestión es ponerse a la faena, ¿no?

1 comentario:

  1. Es necesario tomar medidas para mejorar la limpieza de nuestros ríos y así garantizar la sostenibilidad de la pesca. La colaboración entre autoridades y comunidades locales es clave para lograrlo.

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