La herpetofauna de Pirro Nord (Italia): ¿una fase fría para la primera expansión humana por Europa?

El estudio de los anfibios y reptiles de este yacimiento italiano puede ser clave para entender qué factores climáticos influyeron en la primera dispersión del ser humano por Europa.


Las condiciones climáticas terrestres del Pleistoceno temprano o Villafranquiense tardío en la región mediterránea, especialmente entre 1,7 y 1,3 millones de años, son poco conocidas a pesar de tratarse de un momento fundamental en la historia de la Humanidad, puesto que fue entonces cuando se produjo la primera colonización humana de Europa. Para esta cronología destaca el yacimiento de Pirro Nord (Apricena, sur de Italia), que ha proporcionado las evidencias de presencia humana más antiguas conocidas en el contexto europeo, con industrias líticas de tipología olduvayense. No obstante, gracias al estudio del registro fósil de anfibios y reptiles encontrados en 24 fisuras (Cava Pirro) del complejo cárstico de Pirro Nord, liderado por el doctor Hugues-Alexandre Blain del IPHES, hemos podido reconstruir cuantitativamente el paleoclima y el paleoambiente de este período. En total se han identificado 13 taxones diferentes de herpetofauna: cuatro amfibis (Hyla gr. arborea, Bufo bufo, Bufotes viridis s.l. y Pelophylax sp.) y nueve reptiles (Emys orbicularis, Mauremys sp., Testudo gr. hermanni, Podarcis sp., Lacerta s.l., Natrix natrix s.l., Coronella cf. austriaca, Hierophis viridiflavus y Zamenis longissimus). Todos ellos tiene representación actual en la Península Itálica, excepto el género Mauremys, que sí está representado por Mauremys leprosa en la Península Ibérica y el Magreb, y por Mauremys rivulata en el sur de los Balcanes, Creta, Chipre, Anatolia y el litoral mediterráneo de Asia Occidental.

Taxones de herpetofauna representados en las fisuras de Pirro Nord incluidas en el estudio.


Los resultados de los análisis realizados indican que durante la fase  final del Villafranquiense la temperatura media anual pudo haber sido algo más baja que la actual (-1,6 a -3,6°C en comparación con las temperaturas modernas, 15,7 °C), mientras que la precipitación media anual era ligeramente más alta (+90 a +240 mm, frente a los 540 mm actuales). La estacionalidad era comparativamente más pronunciada, con veranos más fríos (-0.4 a -2.0°C) frente a inviernos mucho más fríos (-1.2 a -6.0°C). Los patrones de distribución de las precipitaciones durante el año muestran más precipitaciones durante el invierno (+14 a +43 mm), en cambio, las cantidades de lluvia durante el verano serían semejantes a los valores modernos (-1,7 a +6,6 mm). El paisaje prehistórico de Pirro Nord estaba compuesto por un ambiente seco abierto con parches dispersos de bosques, situados en los márgenes de cursos de agua o alrededor de zonas pantanosas.

Este escenario ecológico plantea un panorama diferente al planteado hasta ahora para la colonización humana del continente europeo, vinculada previamente a fases húmedas y cálidas. Asimismo, la presencia de Mauremys sp. (posiblemente Mauremys rivulata), junto a otras especies mamíferos como caballos, bisontes y lobos de orígenes orientales, sugiere un escenario de dispersión trans-adriática en sentido este-oeste, como también pudo haber ocurrido con los primeros homínidos europeos.


El estudio completo está disponible en:




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